La madrugada del miércoles al jueves arrancó en Montreal su última aventura, un Rebel Heart Tour que, a falta de nuevas ciudades por anunciar, de momento cuenta con sesenta y cuatro fechas que la mantendrán de lo más ocupada hasta el primer trimestre de 2016. El elevado precio de las entradas (superando la media preestablecida este 2015 por Fleetwood Mac) ha tirado para atrás a muchos fans casuales pero, como viene siendo habitual en ella, el espectáculo no defrauda en absoluto.
Pocas horas después del estreno Youtube ya arde con vídeos de casi la totalidad del show. El arranque samurái de Iconic promete ser espectacular para cuando lo veamos en vivo y en directo, del mismo modo que esa Living For Love en la que ha vuelto a ponerse la capa que tantos quebraderos de cabeza le dio en su actuación en los Brits. Pero, a todo esto, si hay algo que realmente destaca en esta nueva gira, es la recuperación de himnos que muchos daban por imposible que volviera a interpretar. Como si del Re-Invention Tour se tratara, la Ciccone ha querido ir a lo seguro reconciliándose con su público más madurito, rescatando gemas de los ochentas como Borderline, un medley de Dress You Up/Into The Groove/Everybody y Lucky Star, Who’s That Girl, Material Girl y Holiday. Vale que cantar por tercera vez consecutiva un tema tan menor como Candy Shop o hacerse la francófona cantando la trillada La Vie En Rose no tiene sentido alguno, así como ningunear de mala manera buena parte de la época dorada que vivió en sus carnes desde Ray Of Light hasta el Confessions On A Dance Floor. Pero, a sabiendas de que más pronto que tarde llegará una gira de despedida, muy probablemente se esté guardando todo ese jugoso material más reciente para entonces.
El País.