El acto, bautizado como "Kabuki" por la producción del evento, presentará a "La Diva del Pop" por cielo y tierra, y en constante movimiento.
Entre las 21:00 y las 23:00 horas, el Staples Center de Los Ángeles se convirtió en un búnker.
A las pocas personas que tuvieron acceso se les confiscaron cámaras y celulares.
La cantante llegó acompañada de sus hijos, Rocco y Lourdes, y del cantante Pharrell Williams, quienes estuvieron como espectadores.
El número de Madonna abarcará el escenario completo, a diferencia de la mayoría de las demás presentaciones, en las que se dividirá a la mitad, para que, mientras que un artista canta, otro set sea preparado para el siguiente.
La producción prefirió no confirmar si la estrella abrirá la ceremonia o aparecerá a la mitad.
Para calentar, sus 20 bailarines hombres, todos sin camisa, hicieron lagartijas y sentadillas, antes de que apareciera la diva de 56 años.
"¡Hola ejemplares del sexo masculino! Ya llegó su perra", exclamó Madonna, a manera de saludo.
Montados sobre plataformas de madera, y bailando sin equivocación alguna, los artistas escucharon con atención las observaciones de la coreógrafa y del director artístico.
Madonna interpretará casi todo el número sostenida en un arnés. La también actriz, no perdió detalle de nada y pidió revisar algunas tomas en la cámara del productor Ken Ehlrich. Hizo sugerencias y pidió ciertos cambios.
Pero quizás ahí no termine la sorpresa, porque la intérprete de "Vogue" y "Candy Shop" volvería a ensayar anoche, casi en secreto.
Este jueves, Madonna también lanzó el video oficial de "Living for Love", primer corte promocional de su nuevo álbum, Rebel Heart, en la aplicación para móviles Snapchat.